22 jun 2018

Katherine Knight, la mujer que quiso dar a sus hijos “Padre” para la cena






La vida de una mujer enferma
Todos concuerdan en que Katherine Knight es una persona enferma. Los actos que cometió a lo largo de su vida y que culminaron con la muerte de su esposo muestran las consecuencias de crecer en un ambiente extremadamente violento. La mujer nació en Tenterfield, en Australia, el 24 de octubre del año 1955 en una familia caracterizada por la violencia. Su padre era un alcohólico que acostumbraba en golpear y violar a su esposa a veces hasta 10 veces al día. Bárbara, su madre, solía comentarle a sus hijas como odiaba el sexo y a los hombres, y según la misma Katherine varios miembros de su familia (aunque no su padre) la violaron en repetidas ocasiones.
Esto generó bastantes problemas en el carácter de la mujer, que pasaba por largas temporadas de calma y luego sufría estallidos de furia que la convertían en un verdadero peligro. En su colegio era conocida por aprovecharse de los más pequeños y por atacar en repetidas ocasiones a estudiantes y profesores, pero por ser la mayor parte del tiempo una estudiante modelo.
Tras salir del colegio, la joven encontró trabajo en un matadero en lo que consideraba su labor soñada: cortar la casquería de los animales allí sacrificados. Desde entonces siempre dejó sus cuchillos en la cabecera de su cama, ya que en sus propias palabras uno nunca sabe cuándo podrá necesitarlos.
El matrimonio
Katherine conoció a David Stanford Kellet, su futuro esposo, en 1973 y desde el comienzo de la relación fue ella quien llevó las riendas. Incluso solía defenderlo, a puño limpio o con cuchillo, en las peleas que el hombre (bebedor empedernido) ocasionaba recurrentemente. Apenas un año después se casaron a petición de la mujer.
El día de su boda Bárbara advirtió a su yerno que jamás debía hacer enfadar a su esposa:
“Es mejor que la vigiles o te matará. Trátala de manera equivocada o haz algo mal y estás jodido, ni pienses en jugar con ella serle infiel o te matará”
Como vemos, no se trataba de un buen prospecto para un matrimonio bajo ninguna circunstancia. La mujer incluso trató de ahorcar a su marido porque se quedó dormido después de haber tenido relaciones sólo 3 veces. Vida de casados
Ya en la relación, el matrimonio se caracterizó por la violencia y el control obsesivo de Katherine. Estando embarazada lo golpeó y lo dejó inconsciente por haber llegado tarde de un juego de dardos, lo que llevó a su captura por parte de la policía. Kellet, sin embargo, se dejó convencer por la postura más calmada de Katherine y decidió retirar los cargos.
Nuevos sucesos violentos ocurrieron en el hogar y Kellet tomó la sabia decisión de marcharse. Entretanto, Katherine intentó matar a su hija dejándola en las vías del tren y fue capturada e inexplicablemente dejada en libertad. Su obsesión era que su esposo se encontraba en Queensland con otra mujer. Unos días más tarde secuestró a una mujer en un auto para que la llevara a esta ciudad y, cuando la mujer escapó, tomó un niño como rehén. La policía, una vez, más, la capturó y la llevó a una institución psiquiátrica. A pesar de que admitió abiertamente querer matar no sólo a Kellet sino a su madre y al mecánico que reparó su vehículo (permitiéndole huir), el hombre volvió a acompañarla y apoyarla. Tendrían otra hija antes de que el hombre, para su fortuna, pudiera dejarla para siempre.
La llegada de John Price
A partir de este momento Katherine tuvo 3 parejas más: David Saunders, John Chillingworth y John Price. Las dos primeras se dieron cuenta de los problemas de la mujer y decidieron dejarla sola Saunders tras haber tenido una hija con ella y una puñalada en el estómago, pero la tercera, por lo visto, no se dio cuenta del inminente peligro que significaba vivir con la mujer.
Antes de su muerte, John Price ya había sufrido la violencia de Katherine: por su negativa a casarse con ella la mujer había enviado videos a su jefe en los que mostraba los objetos que el hombre había robado del trabajo, lo que causó su despido. Esto llevó a una ruptura temporal: cuando volvieron las peleas se convirtieron en algo rutinario.
En febrero del año 2000 éstas llevaron a que el hombre fuera apuñalado por Katherine y se separara definitivamente de ella. Sin embargo, el 29 de febrero la mujer volvería a la casa.
La escena fue algo realmente peculiar. Price tuvo relaciones con su expareja, tras lo cual ambos se durmieron. Lo hizo a pesar de saber que ella estaba allí para matarlo. Ya en la madrugada, la mujer lo apuñaló 37 veces y después intentó suicidarse.
Padre para la cena
Lo macabro fue lo que hizo con el cuerpo de Price. Experta cortando carne, lo despellejó cuidadosamente, lo decapitó y aprovechó el resto de su cuerpo para hacer una comida con papas, calabaza, calabacín, repollo y salsa. Sirvió cuidadosamente los platos de comida cada uno con el nombre de los hijos del hombre, a quienes planeaba dar de comer a su padre.
Afortunadamente para ellos que no se encontraban aquella noche en el hogar, la policía llegó antes. La cabeza de Prince apareció en medio de la ensalada. Su piel estaba colgada como si se tratara de un animal. Uno de los platos parecía haber sido parcialmente comido por Katherine y luego arrojado al patio trasero.
Al final la mujer fue condenada a cadena perpetua, el primer caso femenino en la Historia de Australia. Parece ser que realmente tenía problemas mentales, ya que al oír la descripción de los actos que cometió entró en pánico y tuvo que ser sedada. Siempre aseguró que no recordaba nada de lo sucedido y jamás aceptó culpabilidad por sus actos pese a ello, se declaró culpable.
Las peticiones de su defensa de revisar la cadena perpetua han sido sistemáticamente ignoradas por el jurado que considera su crimen imperdonable y a ella un verdadero peligro para la sociedad. Morirá en la cárcel.

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