Leyendas del cementerio Nuestra Señora de La Almudena

El cementerio de Nuestra Señora de La Almudena de Madrid, es el más grande de la capital y uno de los mayores de Europa. Aproximadamente 5 millones de personas descansan dentro de él.  Después de varios años de construcción, se inauguró en 1925 de forma oficial.
El cementerio consta actualmente de tres partes: la necrópolis, el cementerio original y la ampliación de 1955. También destaca el Cementerio Civil, construido dentro de La Almudena, donde se enterraban a todos aquellos que  no podían ser enterrados en campo santo. Paseando entre sus tumbas se pueden observar multitud de símbolos masones y otros más enigmáticos.
Os podréis imaginar que hay infinidad de historias de fantasmas y leyendas que surgen de esta ciudad de los muertos madrileña, pero hoy os queremos contar dos de ellas.
La leyenda del Ángel Exterminador
Es una de las leyendas más famosas del cementerio.  Sobre la cúpula de la capilla, encontramos la figura de un ángel sentado, llamado Fausto, con una trompeta sobre sus piernas. Se dice que si estás cerca de la estatua y oyes sonar la trompeta, morirás en breve. También se cuenta que, el día que llegue el Apocalipsis, este ángel se levantará, tocará su trompeta y los muertos se levantarán.
Tanto preocupaban estas leyendas, que cuando se restauró la estatua, se decidió cambiar la posición de la trompeta. Ahora mismo la tiene sobre sus piernas como os hemos dicho, pero la posición original era sosteniéndola sobre su boca. El fantasma de la línea 110
Otra de las leyendas más conocidas, tiene que ver con el autobús de la línea 110 de la EMT que recorre el cementerio desde hace años.
En numerosos reportajes realizados a los conductores de esta línea, coinciden en relatar que durante el recorrido por el interior de La Almudena,  sube al autobús una joven que pulsa el timbre de parada al llegar al monumento de los Héroes de Cuba. Pero cuando miran hacia atrás para abrir las puertas, la joven ha desaparecido.
También cuentan los conductores, que cuando realizan el último recorrido y ya no quedan viajeros dentro del autobús, en ocasiones se enciende la luz de “Parada solicitada” en la última parada.