Entre la leyenda negra de Hollywood, el destino final de los tres protagonistas de 'Rebelde sin causa' es uno de los más célebres. James Dean murió en un accidente de tráfico; Sal Mineo fue apuñalado en un callejón cerca de su casa y Natalie Wood moría, en 1981, al caer al agua desde el yate en el que estaba pasando el fin de semana con su marido, Robert Wagner, y Christopher Walken, con el que estaba rodando una película.
Su muerte se declaró accidental, pero siempre ha habido sospechas de que algo más pasó aquella noche. Wood tenía miedo a las aguas profundas y, sin que nadie supiera por qué, se había marchado, en mitad de la noche, en la lancha el yate, de la que se había caído. El caso ha estado reabriéndose con nuevas declaraciones de testigos, que apuntaban que oyeron a una mujer pedir ayuda, varias veces, y ha sido pasto también de sensacionalistas reportajes en los tabloides. Pero sigue sin averiguarse exactamente qué pasó en el yate porque Wagner y Walken afirman que ellos tampoco lo saben.
Su muerte se declaró accidental, pero siempre ha habido sospechas de que algo más pasó aquella noche. Wood tenía miedo a las aguas profundas y, sin que nadie supiera por qué, se había marchado, en mitad de la noche, en la lancha el yate, de la que se había caído. El caso ha estado reabriéndose con nuevas declaraciones de testigos, que apuntaban que oyeron a una mujer pedir ayuda, varias veces, y ha sido pasto también de sensacionalistas reportajes en los tabloides. Pero sigue sin averiguarse exactamente qué pasó en el yate porque Wagner y Walken afirman que ellos tampoco lo saben.
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