En 1853 diversas entidades trabajan sobre la vieja idea de unir Francia y España a través de una línea de ferrocarril que atravesaría los pirineos. Pero Francia, ocupada en otras conexiones internacionales, hace oídos sordos.
32 años después, en 1885 Francia se interesa por la construcción de un transpirenaico. Se inician las obras en 1888, alcanzando la vía de Jaca en 1893.
La estación internacional de Canfranc, se convierte en pieza imprescindible de un ambicioso plan de ferrocarriles transpirenaicos, una línea que uniría Zaragoza, Huesca, Jaca, Canfranc y Pau (Francia).
Existe gran revuelo sobre la localización de la estación internacional. Los franceses, intentan ponerla en su lado fronterizo, pero se desestimó esa posibilidad por falta de espacio.
El valle de los Arañones fue propuesto en 1890 por el ingeniero J. Bellido para establecer la estación internacional, y la solución fue aceptada a regañadientes por el ministerio de Guerra.
Los franceses siguen intentando sin éxito ponerla en su terreno, exactamente en Forges d’Abel.
Las protestas Aragonesas, consiguen neutralizar el propósito, y en 1907 se acuerda el emplazamiento de Arañones.
La construcción de la Estación Internacional, se divide en cuatro grandes actuaciones: La excavación del túnel de Somport, que se inicia en 1908, la adecuación de explanada de los Arañones, el nuevo poblado (Los Arañones) y el edificio de la estación.
Las labores preparatorias de la explanada comienzan en el año 1915. Consisten principalmente en el desvío y encauzamiento del río Aragón, movimientos de tierras y alcantarillado para el desagüe de los torrentes Cargates, Epifanio y Samán.
Se acometen las defensas contra aludes, correcciones de torrentes, canalización de aguas, la elevación de muros de contención, construcción de diques, plantación de árboles (Más de 7 millones de ejemplares de diversas especies de pinos y otras arbóreas) y red caminera para los servicios forestales.
La superficie despajada resulta ser al final de 1.200 metros de longitud por 170 metros de anchura media.
Espacio suficiente para albergar el edificio de viajeros y servicios, muelle de trasbordo y servicio local, cocheras, talleres de recorrido, rotonda para las máquinas, dormitorios para los agentes de tracción, playas de vías e instalaciones complementarias.
Para el mastodóntico edificio se presentó en 1909 un primer proyecto, del Ingeniero francés Lax, que encuentra réplica en otro alternativo de la Compañía del Norte española, se levantaría el edificio en el centro de la explanada.
241 metros permitieron la dotación de 75 puertas directas a los respectivos andenes. Y dado que el edificio quedaba separado por vías y andenes del patio de viajeros, se optó por un paso subterráneo de acceso. Su alzado de tres plantas, cubiertas con mansardas de pizarra sobre armaduras de perfil curvo.
Abajo, 75 puertas; en la primera planta, 75 ventanas; en el piso superior, 75 mansardas. En el pabellón central destaca su gran puerta con esquinas redondeadas ocupando todo el paramento.
La estructura se realizó en hormigón armado, material de gran novedad por aquellos años. El vestíbulo de viajeros llena todo el espacio central en toda la vertical de las tres plantas. Ornamentación clasicista de parámetros interiores, pilastras, entablamentos, balaustrada de la escalera, etc.
El frente de fachada de 241 metros de longitud, con un cuerpo central abovedado de gran altura interior, y cuerpos laterales de tres plantas, la última de ellas en forma de mansarda.
La obra quedó terminada en 1925. Se invirtieron en ella tres años y medio y su coste ascendió a 3.273.463,26 pesetas.
A los seis años de su entrada en servicio, en 1936, Canfranc se cierra por causa de la guerra civil.
El 15 de marzo de 1940 llega a Los Arañones el primer tren procedente de Francia.
Fue casi como una reinauguración: en el restaurante de la propia estación se ofreció un banquete a las autoridades del vecino país para celebrar la reanudación del servicio ferroviario.
En 1944 se produce un incendio en Canfranc. Destruye 117 casas de las 132 existentes. En marzo de 1970, un pequeño tren de mercancías francés que transportaba maíz descarrila en el puente de L’Estanguet. El puente queda totalmente destrozado.
Toda una pena su abandono ya que quizas es la estacion de tren mas bonita de España.
ResponderEliminarSegun parece la junta aragonesa esta interesada en reavivar este proyecto pero segun estan las cosas en nuestro pais quizas estemos lejos de su consecucion.
Buen articulo Julia.
Gracias Jabier, no esperaba menos de ti, y si es una pena que las autoridades competentes bien sean Españolas o Francesas no tomen cartas en el asunto.
ResponderEliminarMuy guapo Julia1 me encanta la tercera foto! No se como dejan estas maravillas! Con la de cosas que se podrian hacer ahi!
ResponderEliminarSaludos!
Muchas gracias selene, esas preguntas me las hago yo a diario un beso amiga.
ResponderEliminarY pena también por los trenes estropeados con lo bien que podrían haber estado expuestos en un museo de ferrocarriles
ResponderEliminarPrecioso y magnífico lugar. La elegancia de esta arquitectura no acaba con el deterioro que está sufriendo a causa de las malas gestiones, de la indolencia y del pasotismo de la administración. Es uno de los lugares a donde tengo verdaderas ganas de ir.
ResponderEliminarMuchas gracias, Malatao no dejes de visitarla realmente es muy bonita, un saludo desde Madrid.
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