Caracena del Valle es un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Castillejo del Romeral, en la Alcarria cóquense, que acentuó su pérdida de población entrando ya el siglo xx. Toda su vía en 1966 gozaba de esa denominación. Pero en los años que siguieron quedó deshabitado
Ubicado en un pequeño llano a los
pies de una ladera, en medio del valle del rio Grande, y a solo 16 km de Huete
y a 3 de Castillejo del Romeral, el paisaje que le rodea, repleto de pequeños
montes y tierras de labranza, es el típico de toda la comarca alcarreña. La
mejor forma de llegar desde Cuenca es desviarnos en la A-40 hacia Huete por la
CM.2109, y a 18 Km, a la derecha, tomar un camino que nos conduce a los restos
de lo que fue en su día el pueblo de Caracena del Valle.
Pero actualmente nada queda de todo esto, tan sólo los restos de su iglesia. Un templo al que, desde la vecina población de Castillejo del Romeral, acudían en peregrinación, junto con gentes de todos los pueblos asentados en estos valles, para rendir culto a su venera Virgen de la Asunción o de los Siete Mandiles.
En el actual término de Castillejo del Romeral se conservan los restos
de la que fuera iglesia parroquial de Caracena del Valle. Construida a base de mampostería,
se levantó a finales del siglo XII o principios XIII una pequeña iglesia de una
sola nave y ábside semicircular, con cubiertas de madera y una pequeña portada
abierta en el muro meridional. Un templo de reducidas dimensiones que durante
el siglo XVI estaba bajo la advocación de Santo Domingo.
Más tarde, a lo largo de los siglos
XVII Y XVIII, el edificio fue sufriendo modificaciones, entre ellas la construcción
de un cuerpo, a modo de sacristía, adosado al muro sur, justo en el tramo del
presbiterio, y un pequeño campanario sobre el muro norte. En este muro
actualmente se pueden contemplar dos puertas adinteladas de época bastante
reciente.La nueva organización agraria del termino donde se ubica Caracena, entre otras causas, provocó el abandono de esta población, y por tanto, de su templo parroquial, hasta llegar al estado de abandono y ruina en el que actualmente se encuentra. De este modo, entre hierbas y matojos, hoy en día sólo se pueden apreciar algunos restos de la primitiva iglesia de origen románico. Tal es el caso del ábside semicircular construido a base de mampostería. En él todavía se conserva una pequeña ventana saetera, hoy cegada, y algún resto de la primitiva cornisa de piedra, con sus correspondiente dos retallos distanciados por el exterior. Ya en el interior, un gran arco, ligeramente apuntado y de doble rosca, diferencia los dos espacios. Se apoya en dos.
Muy buena la informacion sobre el lugar.
ResponderEliminarGracias Jabier pero está en la imformación que busque, un beso gordo.
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