Al levantarnos el sábado por la mañana, teníamos muy claro dónde ir… El Palacio de los Gosalvez.
Queríamos ver como seguía el viejo palacio.
Al llegar seguía apangándose pero se resiste a derrumbarse, ya es imposible subir al campanario, no se puede entrar abajo por el peligro, solo se puede andar por sus alrededores y algunas de sus estancias.
Como siempre me quede pensando e imaginando en su época.
¿Por qué sus dueños no hacen algo por mantener su belleza?
En fin, creo que la belleza es para nosotros que la fotografiamos y nos preocupamos de vez en cuando en visitarlo y escribir sobre él; gracias a eso su recuerdo aún sigue perdurando.
Después nos alejamos poco a poco, su imagen se iba desvaneciendo.
Volvimos a casa, comenzamos a ver las fotografías y sentir tristeza por algo que fue precioso y hoy es una ruina más sin que nadie pueda hacer nada por remediarlo.
Llegará el día en que caerá y nos dirá “Adiós” y quedara en el recuerdo de quienes lo conocimos.
Queríamos ver como seguía el viejo palacio.
Al llegar seguía apangándose pero se resiste a derrumbarse, ya es imposible subir al campanario, no se puede entrar abajo por el peligro, solo se puede andar por sus alrededores y algunas de sus estancias.
Como siempre me quede pensando e imaginando en su época.
¿Por qué sus dueños no hacen algo por mantener su belleza?
En fin, creo que la belleza es para nosotros que la fotografiamos y nos preocupamos de vez en cuando en visitarlo y escribir sobre él; gracias a eso su recuerdo aún sigue perdurando.
Después nos alejamos poco a poco, su imagen se iba desvaneciendo.
Volvimos a casa, comenzamos a ver las fotografías y sentir tristeza por algo que fue precioso y hoy es una ruina más sin que nadie pueda hacer nada por remediarlo.
Llegará el día en que caerá y nos dirá “Adiós” y quedara en el recuerdo de quienes lo conocimos.
No cabe duda, un extenso reportaje fotográfico...muy bien.
ResponderEliminarMuchas gracias jabier!!
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