El campo
de olivos
se abre y se cierra
como un abanico.
Sobre el olivar
hay un cielo hundido
y una lluvia oscura
de luceros fríos.
Tiembla junco y penumbra
a la orilla del río.
Se riza el aire gris.
Los olivos,
están cargados
de gritos.
Una bandada
de pájaros cautivos,
que mueven sus larguísimas
colas en lo sombrío.
El poema precioso y las fotografías aún más, gracias por compartir tanta belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Carmen un beso.
EliminarMe ha gustado mucho...
ResponderEliminarGracias gordo viniendo de ti es todo un detalle te quiero!!!!
EliminarMuy bonitas Julia, enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias compañero un saludo y buena semana santa.
ResponderEliminarSon paisajes lindos. Besitos Julia.
ResponderEliminarGracias paisana un besito y feliz semana santa.
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