Desde la endeble máquina voladora de los hermanos Wright hasta las sofisticadas naves que en la actualidad sobrevuelan la tierra, pasando por las que depositaron al hombre en la luna y seguramente en otros planetas en el futuro, son y fueron tripuladas por hombres con nervios templados al punto acero. Hombres que al navegar en la dimensión espacio y visualizar el mundo desde otra perspectiva, lo han conceptualizado como creación, digna de un gran Hacedor, unos afianzando su fe y otros, quizás, cambiando sus posturas científicas anteriores. Vaya un humilde tributo a todos ellos con estas breves palabras .
muy chulas estas entradas Julia, como siempre
ResponderEliminarMuchas gracias David, un saludo
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