Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí murmuran y exclaman:
ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
con todo mi cariño y agradecimiento a mi amiga Francisca Serrano Moraleda.
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí murmuran y exclaman:
ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula
con la eterna primavera de la vida que se apaga.
Y la perenne frescura de los campos y las almas
aunque ellos unos se agostan y aunque las otras se abrasan. Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños
Sin ellos. ¿Cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula
con la eterna primavera de la vida que se apaga.
Y la perenne frescura de los campos y las almas
aunque ellos unos se agostan y aunque las otras se abrasan. Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños
Sin ellos. ¿Cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
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