Declarado monumento nacional en 1.931, su emplazamiento recuerda la función defensiva por la que fue erigido.
En su construcción se han de distinguir los distintos conjuntos que lo componen: El Castrum y sus torres, la primitiva Iglesia de san Miguel, el Castillo y el traslado de la espadaña a su lugar actual. Muchos autores defendieron la teoría de haberse construido la iglesia a la par que el
En ella destacan dos fases constructivas, la primera comprendería las naves laterales y la torre elevada, actualmente embutida dentro del torreón central. De la segunda fase destaca la nave central construida por buena sillería y cubierta con bóveda de cañón apuntada.
Las obras que dan lugar al reciento amurallado se encuadran en al siglo XV, siendo emprendidas por Arias Dávila en 1.471, continuadas por Arias de Villar y concluidas por Diego Rivera siguiendo el plan trazado por el Prelado Arias Dávila.
La última fase de la construcción, es la colocación, en 1.703, de la espadaña estilo barroco y rematada con frontón curvo.
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