El camposanto de Alcázar que data del siglo XIX, también cuenta con este valor cultural, de grandes dimensiones y forma rectangular en él podremos encontrar panteones, tumbas, fosas comunes y sepulturas que exhiben el paso del tiempo, como han ido evolucionando las costumbres funerarias y cada una de ellas esconde tras de sí diferentes historias.
El cementerio alcazareño dispone de un patrimonio de indudable valor artístico como podremos observar en sus panteones, donde priman dos estilos arquitectónicos: el modernista y el gótico o neogótico, incluso viéndolos se puede observar las diferentes etapas económicas por las que ha pasado el cementerio y sus diferencias entre las clases sociales.
Cabe mencionar en el camposanto de Alcázar los epitafios; originalmente siempre han tenido como finalidad honrar a los difuntos, y aunque en la mayoría se puede encontrar un sencillo y emotivo D.E.P. , en ocasiones podremos encontrar citas bíblicas o aforismos, incluso algunos de ellos muestran frases personales, poemas, referencias a canciones.
Dando un paseo entre las sepulturas que allí se encuentran pueden encontrarse algunos epitafios curiosos como:
Con la mochila llena, Al corazón más generoso, la expresión manchega Andar con Dios, o Quiero que no me abandones, amor mío al alba del cantautor Luis Eduardo Aute.
Siempre innovando con los nuevos tiempos este cementerio cuenta con un nuevo servicio con el cual pretender dar cobertura a la demanda cada vez mayor de columbarios, donde poder depositar las urnas funerarias con las cenizas de los fallecidos que optan por la incineración. El proyecto cuenta con dos columbarios en dos partes del cementerio, uno adherido a una pared y que cuenta con 24 cinerarios, y otro de ellos un monolito de cuatro caras, con un total de 20 cinerarios.
En abril de 2007 se instaló un monumento de homenaje con los nombre de más de 400 víctimas de la represión de los sublevados.
El cementerio alcazareño dispone de un patrimonio de indudable valor artístico como podremos observar en sus panteones, donde priman dos estilos arquitectónicos: el modernista y el gótico o neogótico, incluso viéndolos se puede observar las diferentes etapas económicas por las que ha pasado el cementerio y sus diferencias entre las clases sociales.
Cabe mencionar en el camposanto de Alcázar los epitafios; originalmente siempre han tenido como finalidad honrar a los difuntos, y aunque en la mayoría se puede encontrar un sencillo y emotivo D.E.P. , en ocasiones podremos encontrar citas bíblicas o aforismos, incluso algunos de ellos muestran frases personales, poemas, referencias a canciones.
Dando un paseo entre las sepulturas que allí se encuentran pueden encontrarse algunos epitafios curiosos como:
Con la mochila llena, Al corazón más generoso, la expresión manchega Andar con Dios, o Quiero que no me abandones, amor mío al alba del cantautor Luis Eduardo Aute.
Siempre innovando con los nuevos tiempos este cementerio cuenta con un nuevo servicio con el cual pretender dar cobertura a la demanda cada vez mayor de columbarios, donde poder depositar las urnas funerarias con las cenizas de los fallecidos que optan por la incineración. El proyecto cuenta con dos columbarios en dos partes del cementerio, uno adherido a una pared y que cuenta con 24 cinerarios, y otro de ellos un monolito de cuatro caras, con un total de 20 cinerarios.
En abril de 2007 se instaló un monumento de homenaje con los nombre de más de 400 víctimas de la represión de los sublevados.
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