Tampoco quiso saber de reencarnados,
ya tuvo suficiente en la otra vida
como para andar de nuevo deambulando
por un mundo sin paz y sin poesía.
ya tuvo suficiente en la otra vida
como para andar de nuevo deambulando
por un mundo sin paz y sin poesía.
Se ha quedado pues en el viejo cementerio
recreándose en ver los muertos nuevos,
sin prisas, sin ansiedades ni esperanzas,
simplemente los ve pasar
y así transcurren sus días
en su voluntario desierto.
recreándose en ver los muertos nuevos,
sin prisas, sin ansiedades ni esperanzas,
simplemente los ve pasar
y así transcurren sus días
en su voluntario desierto.
El alma ensimismada ha descubierto
que no necesita más para lo eterno
que sentirse
tranquilo y olvidado de un mundo
que nunca le pareció perfecto.
que no necesita más para lo eterno
que sentirse
tranquilo y olvidado de un mundo
que nunca le pareció perfecto.
Muy bonito madre...T.F
ResponderEliminarMuy curioso y llamativo el arte funerario, buena entrada Julia, un abrazo.
ResponderEliminarbuen artículo compi, como sabes no puedo entrar a ver vuestro trabajo como quisiera y al hacerlo hoy se me parte en alma, Un fuerte abrazo compañera
ResponderEliminarMuchas gracias David , se fue sin avisarme dejo sola.
EliminarMagnifico reportaje, una vez mas demuestras que no solo eres una cara y unas piernas bonitas, una gran fotógrafa, buena perspectiva y gusto
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